En este primer artículo del blog quiero hablarte de la autoestima, pues creo que se trata de la base necesaria para recorrer cualquier camino de desarrollo con éxito.
Cuando queremos movernos de un estado en el que hay algún grado de insatisfacción hacia otro de más plenitud, deberemos recorrer inevitablemente un camino de transformación y hacer algunas acciones o cambiar algunos hábitos para cambiar nuestro estado actual.
Este camino de transformación, que nos llevará hacia un estado de más bienestar, al inicio nos pedirá un cierto esfuerzo (atención, energía, abstinencia o renuncia, etc). Querernos nos da la motivación para superar este esfuerzo y movernos en la dirección que deseamos. Es por este motivo que considero tan importante tener en consideración la autoestima (amor hacia nosotros mismos) como base de todo el proceso.
Empecemos por poner atención hacia algo muy sencillo: TU eres la persona más importante de tu vida, TU eres la persona con la que compartirás cada momento y la única que seguro estará siempre contigo. Nunca podrás separarte de ti mismo/a y nunca podrás descansar de tu presencia, así que la mejor manera de disfrutar de tu vida es estar a gusto con tu propia compañía, estar a gusto contigo cuidándote y valorándote como la persona más importante que eres para tu mismo/a.
¿Como te gusta que te traten? Trátate así. ¿Te gusta que te valoren? ¿Que los demás te digan las cosas que les gustan de ti? ¿Qué te gusta recibir de los demás? Te propongo que hagas una lista. Busca un momento de tranquilidad y escribe sin juzgar ni limitar qué es lo que te gusta recibir de los demás. Una vez hecha, léela con atención y busca la manera de dártelo tú. Empieza por aquí.
Todo el amor, la atención, la valoración que vengan de afuera son siempre maravillosos, pero no pueden suplantar lo que necesitas que venga de dentro tuyo. Si tu no te quieres ni te tratas como la persona maravillosa e importante que eres, el amor que venga de afuera cae prácticamente en un pozo sin fondo.
La base eres tú: cuánto te quieres, cuánto te cuidas, cómo te tratas. A partir de aquí, con esta base fuerte, todo lo que llegue de afuera será sumar y disfrutar. Y sobre todo esta base te servirá de contenedor, de escudo protector, por si alguna vez lo necesitas. A veces nos podemos encontrar con críticas o agresiones externas y cuanto más fuerte y estable sea tu base de autoestima menos te dañarán y más sabrás darle el valor correcto. Delante de una crítica podrás parar, escuchar y valorar si para ti es real y la aprovechas para mejorar o si no tiene nada que ver contigo sino con la persona que la haya hecho.
Quererse conlleva poner atención en saber qué es eso que necesitamos y hacer todo lo que esté en nuestras manos para proporcionárnoslo. Escuchar qué es importante para nosotros y darle ese peso, ese valor. Ponerlo delante en la lista de prioridades. Si escuchándote con atención sientes que algo es importante para ti, es tu responsabilidad hacer lo necesario para conseguirlo y no dejarlo en manos del destino o de terceras personas.
Si te apetece, me gustará que compartas en los comentarios cuál es tu manera de cuidarte. Una de mis maneras preferidas es dedicarme cada día, sin excepción, unos minutos de meditación en silencio, para poner la atención en mí, en cómo me siento y en lo que necesito. ¿Te animas a compartir cómo te cuidas tu?