¿Has escuchado nunca hablar de las afirmaciones? ¿Las has probado? ¿Te han funcionado? En este artículo te contaré un ingrediente muy importante para mejorar su efectividad.
Las afirmaciones són declaraciones en primera persona, presente y positivo. Se utilizan para atraer la realidad que afirmas a tu vida y se trata de irlas repitiendo durante el día. Por ejemplo:
Soy una persona prospera
Mi cuerpo irradia salud
Consigo fácilmente mis objetivos
Las recomienda muchísima gente y mucha otra las critica. Yo personalmente las uso mucho pero no me empezaron a funcionar hasta que descubrí el ingrediente que hoy os quiero compartir.
El motivo por el cual se considera que funcionan es porque:
- Te ayudan a transformar las creencias limitantes que tienes al respecto de conseguir tu objetivo;
- Te ayudan a vibrar en resonancia con aquello que quieres atraer.
Los motivos por los cuales puede que no te funcionen son:
- Sientes que estás mintiendo, no te crees la afirmación e incluso te sientes incómodo/a repitiéndola, por lo que no estás vibrando en resonancia con tu objetivo;
- No te crees merecedor/a de conseguir tu objetivo, o no crees que sea posible lograrlo, por lo que tu proyección no es coherente, mandas mensajes contradictorios a tu mente;
- No haces nada más para conseguir tu objetivo que repetir las afirmaciones.
Yo estoy convencida de que las afirmaciones pueden ayudar mucho a facilitar un cambio personal, pero creo que deben ir acompañadas de todo un trabajo personal completo. También creo que debes accionarte, hacer las acciones que estén a tu alcance para conseguir tu objetivo. Por ejemplo, alimentar-te y cuidar-te correctamente si deseas mejorar tu salud, o enviar currículums y prepararte correctamente para las entrevistas si deseas un nuevo trabajo.
A parte de estas premisas que para mi son básicas, el ingrediente del que te hablaba antes es el hecho de incluir tus resistencias o dificultades en la afirmación de diferentes modos:
- Incluir directamente la dificultad en la frase. Por ejemplo: Escojo disfrutar de esta reunión incluso si soy tímido/a; Me siento bien con mi cuerpo a pesar de mi peso.
- Permitir un aumento gradual en el futuro que empieza en el presente. Por ejemplo: Mis finanzas mejoran cada día; Recupero fácilmente mi salud; Me siento cada día más satisfecha de mí mismo/a;
- Abrirte al cambio. Por ejemplo: Permito que lo mejor para mi llegue a mi vida; Me abro a la prosperidad en todos los aspectos de mi vida; Estoy dispuesto/a a sanar mi relación con (el nombre de la persona).
Tener en consideración estos aspectos te permite sentirte sincero/a en las afirmaciones y aceptar la realidad tal y como es, pero empezar a moverte en la dirección de tu objetivo.
Además, si te has fijado bien, añado “me permito”, “me abro a”, “acepto”, “estoy dispuesto/a”, “escojo”, todas son maneras de poner el poder en ti y no en el azar, el cambio parte de una modificación de tus pensamientos, actitudes o acciones y por lo tanto, aceptas que el poder del cambio lo tienes tu y decides utilizarlo.
Si te apetece compartir algún comentario sobre tu experiencia con las afirmaciones o añadir algún ingrediente más a la fórmula que a ti te haya resultado útil, me encantará leerte.